Slash
volvió e hizo vibrar a miles de fans
El mítico ex guitarrista de los Guns N’ Roses, Slash, estremeció al público argentino
con su carisma y virtuosismo, al presentar su disco solista "Slash & Friends" ante
más de 5 mil fanáticos que agotaron las localidades del estadio cerrado Malvinas
Argentinas del barrio porteño de La Paternal.
El hombre de la galera, la melena enrulada y el cigarrillo, quien a través de su look
creó una de las imágenes icónicas más reconocibles de la historia del rock, basó
su show en los temas de su reciente trabajo, más algunas gemas de los Guns y
canciones de sus proyectos Slash Snakepit y Velvet Revolver.
El héroe de la guitarra actuará mañana en el estadio Orfeo de la provincia de
Córdoba, en el marco de la gira mundial que inició el año pasado. Cuando el
reloj marcaba exactamente las 21.00, Slash junto al cantante Miles Kennedy
y el resto de los músicos, subieron al escenario, cuya escenografía no iba más
allá de un telón con la tapa del disco que venían a presentar y una pantalla
mediana en cada costado.
Abrieron con "Ghost", en la que se lució el machacante riff que inicia y atraviesa
toda la canción, y siguió la acelerada "Mean Bone", de Snakepit, el grupo que el
guitarrista fundó a mediados de los noventa, poco antes de que el cantante Axl
Rose lo expulsara de los Guns N’ Roses.
A lo largo de toda la noche, la banda se mostró compacta, con Kennedy exhibiendo
su registro vocal agudo, el eficaz tándem del bajista Todd Kerns y el baterista
Brent Fitz, más la robusta pared sonora que levantaba la segunda guitarra de
Bobby Schneck, liberando a Slash de cualquier responsabilidad rítmica.
El primer pogo importante de la noche se generó con el tercer tema, "Sucker
Train Blues", uno de los mejores de Velvet Revolver, grupo que el hombre de
sombrero de copa compartió con otros ex miembros de los Guns hasta 2008
y que prometió reactivar apenas finalice esta gira.
El delirio del público se multiplicó cuando llegó el primer tema de los Guns, la monumental
"Nightrain", en la que Slash corrió de punta a punta todo el escenario y despertó
la primera gran ovación con el solo final ejecutado con su Gibson Les Paul en
posición vertical. De inmediato arremetieron con una notable versión de
"Rocket Queen", otra joya de de álbum "Appetite For Destruction", canción
que no sólo es una de las mejores de su legendaria ex banda sino también de
toda la historia del rock duro.
"Buenas noches, como están", fueron las primeras palabras del guitarrista al público
y tras el saludo, pronunciado en español, siguió "Civil War", otra fantástica canción
del grupo que compartió con Axl Rose, donde su solo a puro wah-wah generó
nuevas ovaciones. Luego de ese bloque de temas de los Guns, la banda hilvanó
varios tracks del flamante disco que Slash grabó acompañado por numerosas
estrellas del rock, como Ozzy Osbourne, Iggy Pop, Lemmy Kilmister, Dave Grohl,
Flea y Ian Astbury.
Así llegaron "Back From Cali", que fue muy bien recibida por los fans, la balada
"Starlight", y las más rockera "Nothing To Say", con Kennedy colgándose por
primera vez una guitarra y un final a puro ruido blanco en el que Slash hace
chillar a más no poder su viola, arrodillado y de frente a la pila de amplificadores.
"Doctor Alibi", con el bajista en rol de cantante principal, y una versión
extendida de la instrumental "Watch This" cerraron ese segmento de
canciones nuevas.
Los fans vuelven a encenderse cuando llega otra gloria del pasado, "My Michelle",
y todos cantan con lo brazos en alto el "Yeeeaah, just a little patience" que
cierra la balada "Patience", en esta oportunidad recreada sin guitarras acústicas.
El momento más emotivo y celebrado del show llegó de la mano de su clásica
versión de la canción de la película "The Godfather", seguida por la inmortal
"Sweet Child O’Mine", que desata el pogo más intenso de la noche y un
estruendoso coro.
"Slither", aquel hit de Velvet Revolver, es la canción elegida para finalizar
el concierto, ante un público ya entregado, que corea el riff de guitarra de
la intro y luego el estribillo. Cuando no se habían cumplido ni tres minutos de
su salida del escenario, Slash regresa -ahora con el torso desnudo- y anuncia
que el primer bis es "By The Sword", el corte de difusión de su placa solista y
quizás la mejor canción de las nuevas.
"Mr Brownstone" impactó de lleno en lo más profundo de los fans de los Guns y
luego los primeros acordes de "Paradise City", al igual que en los conciertos de
su ex banda, avisaban que la fiesta llegaba a su fin. Todos de pie en el campo,
la popular y las plateas corearon el monumental riff de la canción, al igual que
el estribillo donde atinadamente Kennedy cedió el micrófono a la masa.
Al cabo de dos horas exactas de show y 21 canciones interpretadas, Slash y sus
secuaces arrojaron decenas de púas y palillos de batería, que quedaron
en manos de los privilegiados del campo-vip, y desaparecieron del escenario
frente a una sonora ovación de los fanáticos que vivieron una noche para el recuerdo.
Fuente: http://www.diariojornada.com.ar/Default.aspx
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